El análisis continuo es clave para detectar amenazas antes de que puedan causar daño significativo. A través de un monitoreo constante, se analiza la actividad en la red en tiempo real para identificar patrones anómalos o sospechosos. Este enfoque proactivo permite descubrir compromisos en sus primeras etapas, brindando la oportunidad de responder rápidamente y minimizar los riesgos para la organización.

La detección basada en evidencia utiliza información tangible y verificable para identificar compromisos con precisión. Al analizar datos como consultas DNS, metadatos de red y actividad de proxy, se pueden descubrir actividades maliciosas que de otro modo podrían pasar desapercibidas. Este enfoque basado en datos proporciona una visión confiable y completa de los posibles puntos de ataque dentro de la infraestructura.

Un panel de control centralizado reúne y presenta todos los indicadores de compromiso (IoC) en un solo lugar, ofreciendo una visión clara y accesible del estado de la seguridad de la red. Este enfoque permite a los equipos de seguridad identificar rápidamente las áreas problemáticas, priorizar respuestas y tomar decisiones informadas de manera eficiente, maximizando la efectividad de sus esfuerzos de defensa cibernética.